Muchas de las habilidades de Kormac están encausadas a mejorar sus capacidades como tu protector a través de provocaciones, ataques nuevos y efectos de aturdimiento. Cuando desempeña el rol de soporte, Kormac puede aumentar la regeneración de salud y recursos del grupo, o sanarte rápidamente con un destello de luz.
Los templarios son guerreros sagrados que luchan por la justicia y evitan los peligros que conducen al cultismo y la posesión demoníaca a través de la abnegación. No sólo dicen proteger al reino, se les entrena para luchar y cada uno es un combatiente experimentado; el adusto y dedicado Kormac es un paragón entre ellos.
Kormac ingresó a la orden en su juventud y rápidamente fue convertido en el templario ideal, ya que se adaptó sin problemas a un modo de vida asceta. Su devoción es particularmente inquebrantable, aún para alguien de su orden, y aunque respeta la habilidad en batalla, su desdén por aquellos que no comparten sus elevados estándares morales es muy aparente.
Aunque el sendero de Kormac no siempre será el mismo que el tuyo, sus objetivos se alinean, así que luchará a tu lado para purgar al mundo de la insidiosa oscuridad que busca ocultarse de la luz del Cielo.
Kormac se lanza al combate ataviado en armadura pesada y esgrimiendo su arma y escudo. Su imponente silueta y sus gritos de batalla justos provocan que la mayoría de los sirvientes de los Infiernos Ardientes centren su atención en él y no en ti, sin embargo, al luchar, éste tiene en mente la aniquilación de sus adversarios y no su instinto de supervivencia. Durante el viaje, Kormac recopilará reliquias templarias como cálices, escrituras y fragmentos de armas sagradas que le conceden propósito y poder.